jueves, 19 de abril de 2012

Caminando por la vida

Era hora de partir desde hace mucho, pero la culpa no la dejaba. Siempre había tendido a pensar en los demás antes que en ella, pero esta vez fue distinto.

De haber sabido que solo esto hacía falta para finalmente cerrar la puerta al salir, hace mucho que le hubiera pedido que la decepcionara. Esa llamada le dio el valor para no mirar nunca más hacia atrás, para caminar con paso firme lo más lejos de ahí con ninguna intención de regresar algún día.

Caminó varios días con una molestia a cuestas, cuestionándose a si misma por haberse equivocado en una decisión tan vital, molesta por haber soportado tanto durante tanto tiempo y sorprendida por como ocurrían las cosas.

Lo que nunca esperaba era darse cuenta que de tanto caminar fue soltando todo el odio en el camino, incluso recordó que algún día lo amó y que no se arrepentía de nada porque a pesar de todo la felicidad de su vida nació de ahí.

Agradecida comenzó a sonreír. Finalmente había entendido que las personas no cambian, que siempre sería así y que ya no estaba dispuesta a perdonarlo más. Que ahora sea la labor de alguien más.

FIN

lunes, 9 de abril de 2012

Me voy

No hay mucho que decir: Esta era la crónica de una muerte anunciada. No sé si ignoré las señales, si me hice la loca o si sencillamente no las vi, pero a pesar de todo no me arrepiento de no haber salido corriendo porque aprendí a perdonar infinitas veces, a recibir insultos y luego a escuchar disculpas y arrepentimientos, a valorar el esfuerzo de mi madre al criarme sola y el esfuerzo de una familia hermosa que siempre ha estado y siempre estará aquí. 

Aprendí a conocer a mi hijo como nadie más lo hará porque solo yo he compartido esos momentos con él, a que sonría cuando me ve y a entender que yo puedo, que me encargaré que nada le falte jamás y que estaré para apoyarlo en todo, y definitivamente aprendí a decir adiós y que mi paciencia tiene un límite. Aprendí que ser padre es una de las decisiones que más debe ser analizada antes de cumplirla, que hacen falta muchas cosas como paciencia, dinero, entrega, compromiso y amor, pero sobretodas las cosas responsabilidad hacia esa personita que llega al mundo y que depende de ti.

Si lo hubiera pensado mejor no estaría escribiendo estas palabras, pero de haberlo pensado mejor no sentiría el amor tan grande que siento hoy por mi hijo. No vale la pena hablar de los errores de otros, por muy aburrida que esté de leer las mentiras que escriben, pero entiendo que para las personas que viven de lo que comenten los demás es necesario crear una imagen de lo que no existe. 

Como dice la canción: "No voy a llorar y decir que no merezco esto, porque es probable que lo merezco pero no lo quiero, por eso me voy"